Tips para tomar fotografías con Luz Natural

No es un secreto que para sacar una buena fotografía, el mejor recurso es pintar con luz. Bien sabían los antiguos maestros del arte la importancia que tiene el jugar con diferentes tipos de fuentes lumínicas y el gran cambio que hace, hasta hoy, en las fotografías que sacamos.

La luz natural, por definición, es la que proviene del sol, o de la luna, y es aquella con la que podemos contar todo el día sin importar la hora a la que estemos. Sus cualidades la hacen la compañera ideal para exaltar la naturalidad, expresividad, y el sentimiento de realidad en las fotografías.

Para comenzar a explorar la fotografía con luz natural fíjate en:

1. El movimiento de la fuente de luz según la hora del día (sol o luna) y la temporada del año en que nos encontremos (verano, otoño, etc.), lo que te ayudará a encontrar el tipo y dirección en que tendrás a disposición la luz: Cenital, lateral, nadir. Con esto podrás definir qué tipo de fotografía quieres aprovechar según tu objetivo.

Puedes apoyarte de apps muy sencillas y útiles que te darán la trayectoria completa del sol según tu ubicación geográfica como:

–Lumos: sun and moon tracker (aplicación gratuita que por medio de un mapa muestra la trayectoria de los cuerpos solares y nos permite conocer la hora de salida y puesta del sol y la luna)

–Golden Hour (aplicación gratuita que nos brinda información horaria precisa sobre las fases de luz, con lo cual podremos encontrar con facilidad la hora dorada, hora azul, crepúsculo, entre otros)

–Sun Seeker (aplicación de pago #1 usada por los fotógrafos por su completa gama de posibilidad que permite visualizar la trayectoria del sol en Google Maps, además de contar con una opción de 3D View en donde se puede visualizar la trayectoria del sol usando la cámara del celular)

2. La temperatura de luz según horarios de amanecer y atardecer, lo que te permitirá realizar un balance adecuado para aprovechar de la mejor manera la intensión de color. Además de aprovechar la hora dorada (en la puesta del sol), en que puedes sacar el jugo a los colores con su brillo e intensidad al máximo, y la hora azul (cerca al anochecer), que te permitirá crear contrastes extremos entre luces diurnas y nocturnas.

Esto puedes hacerlo ayudándote de una carta gris (superficie lisa de color gris neutral), con la cual no sólo podrás realizar el ajuste preciso del balance de blancos, sino calcular la exposición correcta en base a la luz con la que cuentas en la escena.

3. La intensidad según la cantidad de nubes que ves en el cielo al momento de tomar la fotografía, por lo que podrás determinar si cuentas con una luz dura o difusa sobre el modelo.

Por ejemplo: el mejor uso para la luz difusa se da generalmente en retrato, pues esta da una transición sutil en las sombras que genera un look natural y fresco al rostro del modelo, además de permitirnos ver a detalle sus rasgos.

Por otro lado, la luz dura es usada para fines artísticos en que el dramatismo de las sombras fuertes y marcadas da un look fuerte y serio a la imagen.

4. La capacidad de adaptación y paciencia a la hora de realizar la sesión es fundamental, pues la naturaleza es cambiante y debes estar al paso con ella para realizar las mediciones de luz precisas y evitar fotos sobre o subexpuestas.

Lo ideal para que puedas sacar el máximo provecho a una sesión fotográfica valiéndote de la luz natural es la planeación consciente, la práctica y atención al detalle a la hora de observar los movimientos de la fuente principal de luz.